El modelo de enseñanza inversa permite cambiar el rol del profesor y del alumno, facilita el que el alumno se implique más en su propio aprendizaje y mejora las posibilidades de que cada alumno, solo o en grupo, pueda avanzar en función de su capacidad, intereses y motivación personales. Es un modelo que hace factible la personalización; es decir, el desplazamiento de una concepción de la escuela como mecanismo de transmisión de conocimientos a otro de desarrollo del talento. Tiene lógica, ¿no? Este infográfico sencillo te explica lo esencial.
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