La escuela

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sábado, 10 de mayo de 2014

Evaluando el proyecto. Unidad 5

                La tarea de la unidad quinta consiste en  la concreción de mecanismos y oportunidades de evaluación a lo largo del proyecto. Para ello hemos realizado dos actividades que se complementan.
5. 1 RÚBRICA.
                En primer lugar, hemos preparado un modelo de rúbrica de nuestro proyecto, en la cual se señalan los elementos fundamentales del proyecto, el progreso esperado y la concreción de los criterios de evaluación en indicadores de logro.
                Antes de mostrar el resultado de nuestro trabajo pude ser de interés comentar cómo hemos trabajado y algunas reflexiones fruto de este modo de trabajo nada virtual. Nos hemos reunido y diseñado conjuntamente estas rúbricas y secuencia didáctica con mis socios de los distintos Departamentos implicados de mi IES y la hemos cerrado a través de documentos colaborativos en Google Drive. Asimismo, hemos recibido también aportaciones interesantes de mis socios del  curso Aprendizaje basado en Proyecto (ABP) y de la red.
                Por tanto, estas rubricas y desarrollo del proyecto ha sido puestas en común, consensuadas y acordadas  con mis socios ya expuestos: Carmen, David, Víctor y Mª José.
                De todos modos, debo mencionar que el aspecto más interesante de este trabajo está resultando precisamente éste: las discusiones terminológicas, metodológicas y de procedimiento con mis compañeros. He detectado una cierta alergia a la jerga pedagógica elitista, al neologismo pedagógico e incluso el riesgo de que esta se convierta en una especie de saber iniciático inútil.
                Partiendo de la idea de que toda práctica científica y profesional necesita de términos precisos de las que nutrirse para avanzar en el progreso y desarrollo de su conocimiento creo que hay que hacer un esfuerzo mayor para no utilizar anglicismos que no sólo resultan solo "falsos amigos" sino que provocan un cierto rechazo inicial (rúbrica por ejemplo) ,y por otro, partir siempre de  la práctica posible en el aula de forma que queden claros los pasos en cada parte del proceso.
                Nosotros hemos detectado una serie de saltos conceptuales que os exponemos. En primer lugar, la necesidad de delimitar los conceptos de actividad, tarea y proyecto. No nos gusta la confusión entre producto (final e intermedia) con la tarea a realizar por el alumno. Nuestro objetivo no es que los alumnos elaboren determinados productos, sino que ejerciten determinadas capacidades para desarrollar una tarea que se concreta en un producto.
                Sin ánimo de extendernos en disquisiciones abstractas. Nos ha sido de mucha utilidad el trabajo de Ana Gª Basterra Guia para diseñar mi secuencia didáctica y su definición de tarea.
"Una tarea se define como cualquier acción intencionada que un individuo considera necesaria para conseguir un resultado concreto en cuanto a la resolución de un problema, el cumplimiento de una obligación o la consecución de un objetivo. Debe incluir: la puesta en marcha de conocimientos, habilidades y actitudes para su resolución y el planteamiento de una situación que se pudiera dar en la vida real."
                Este trabajo nos ha hecho ver la necesidad de entender el producto, tanto final  como intermedio, como la forma de concretar estas tareas. De este modo, nuestro proyecto ha de diseñar una serie de actividades (momentos de trabajo y evaluación) que desarrollan una tarea, se concreten o no en un producto.
                Bajando al suelo, según íbamos recorriendo el camino juntos nos hemos percatado de un salto metodológico que tiene que ver con el desarrollo de las competencias básicas. Nuestra conclusión ha sido la siguiente. Los indicadores de logro (rubros o como quiera llamarse) son el elemento clave de este trabajo. Son los elementos que concretan de forma práctica y medible (evaluable) las competencias básicas a desarrollar y los criterios de evaluación reflejados en nuestra programación. Por consiguiente, la mayor parte de nuestro trabajo se va a centrar en desarrollar convenientemente este punto crucial.
                El segundo aspecto que nos ha interesado ha consistido en el modo de diseñar las planillas de valoración de la actividad (ya hemos dicho que no nos gusta ni el término rúbrica ni el de matriz de valoración ni similares) a partir de dichos indicadores. Asimismo, hemos visto la necesidad de evaluar cada actividad desarrollada.
                Otra cuestión práctica que nos ha interesado ha sido acordar el número de escalas de valoración. Parece una cuestión baladí, pero tiene un trasfondo práctico notable. Por un lado, multiplicar las escalas de valoración dificulta establecer parámetros nítidos y claros que nos sirvan para trasmitir a los alumnos lo que se espera de ellos y a nosotros  para valorar la consecución de los logros y, sin embargo, reducirlos atenúa la capacidad de distinguir los distintos niveles de esfuerzo y compromiso con el trabajo de los alumnos. Además, es siempre es necesario un indicador numérico que nos permita la traducción de la valoración cualitativa propia de estos instrumento a la cuantitativa que nos pide la normativa, por medio, de  porcentajes en nuestros criterios de calificación. Hemos debatido si 3, 4 o 5  o si pares o impares sin llegar a un acuerdo claro. Al final hemos decidido que según la complejidad de los indicadores de logro de cada tarea y producto serán 4 o 5.
                Debemos tener estas ideas claras no sólo para diseñar y desarrollar nuestro proyecto, sus fases de ejecución y su secuencia didáctica sino sobre todo para comunicar a los alumnos lo que se espera de ellos en cada momento (sesión de clase, actividad, tarea y objetivo final) y quiénes van a evaluar (autoevaluación,  coevaluación,  heteroevaluación,...) y cómo se va a valorar/evaluar (instrumentos de evaluación) su trabajo y progreso.
                Un elemento que no hemos podido realizar todavía pero que vamos a tener muy en cuenta en la fase de ejecución del proyecto reside en la participación de los estudiantes en la redacción y el diseño de la rúbrica para que ofrezcan sus aportaciones y mejorar su elaboración. Por lo tanto, hay que establecer un modelo de diseño abierto que permita modificar el trabajo de los docentes con las aportaciones de los alumno incluso durante el mismo proceso.
                Así estamos trabajando en elaboración de distintos tipos de rúbrica para cada actividad y/o producto.  Hemos partido de los modelos de rúbrica de CEDEC y Victor Marín Navarro para adecuarlos a nuestro proyecto, usando rubrik y trasladándolo a hojas excel. Nos ha sido de gran ayuda la rúbrica para elaborar rúbricas de eduteka. Las rúbricas  que se utilizarán para evaluar el proyecto pueden partir del modelo que sigue.

Rubrica para evaluar proyecto colaborativo planilla from Jesús Castro

Baste como ejemplo ésta para evaluar el producto final: el póster digital.
                También nos ha interesado elaborar una rúbrica del mismo proyecto en sí. De hecho, una de las causas que nos llevó a adentrarnos en la discusión antedicha vino dada por la confusión sobre lo que teníamos que hacer si una rúbrica del producto final o del proyecto en sí mismo. Véase la confusión constante en las mismas explicaciones de la unidad 5 entre dos uso del término proyecto: bien como proceso organizado a través de una secuencia didáctica o como el producto final resultado del mismo.

5.2 LINEA DEL TIEMPO
                En segundo lugar,  hemos diseñado una línea del tiempo de nuestro proyecto en la cual señales en qué momentos vamos a recoger u observar datos para la evaluación, vamos a explicar qué queremos evaluar y qué tipo de evidencias vamos a ir obteniendo  con el fin de poder realizar cambios y ajustes en el proyecto que mejoren su realización durante su transcurso y  conseguir el aprendizaje más eficaz de los alumnos.
                Así, hemos entendido que se nos pide una línea del tiempo (producto) de una secuencia didáctica (tarea) en las que se expliciten no sólo los momentos de evaluación (íntimamente ligados con los de desarrollo de las actividades_ pero no los mismos_ y con las formas de trabajo desarrollada _cooperativa o no_) sino también los agentes evaluadores.
                Hemos elaborado la siguiente plantilla para ordenar la SECUENCIA DIDÁCTICA.

MOMENTO       
Orden en la secuencia didáctica
Nª DE SESIONES/
TIEMPO DURANTE LA SESIÓN

FECHAS
Tercera evaluación/ Abril de 2015/
ESPACIO             
Aula materia de ..../Aula de Informática
MATERIA           
Sociales/Lengua/Plástica/Informática/Tecnología
PROFESOR RESPONSABLE

ACTIVIDAD        

TAREA 

PRODUCTO Intermedio/Final
Informe escrito, diario, presentación, línea del tiempo, podcast, poster digital
MATERIALES  Y RECURSOS         
Tabletas/ordenadores/aplicaciones
MODO DE TRABAJO      
Individual/Colaborativo
SUJETO/
OBJETO DE EVALUACIÓN
Alumno individual/Grupo/
Proceso de enseñanza/Proyecto Global
AGENTE EVALUADOR   
Profesor/Alumno/Grupo/Padres/Compañeros
MODO DE EVALUACION             
Autoevaluación, Heteroevaluación,
Coevaluación, Evaluación entre  iguales
INSTRUMENTO DE EVALUACION
Diario, Portfolio, Rúbrica, Encuesta
TIPO DE EVALUACION
Inicial/Procesual/Final
               
                Los productos serán evaluados de acuerdo a los indicadores establecidos (concreción de los criterios de evaluación y de las capacidades a desarrollar de una o varias competencias básicas) que se solicitan cumpliendo los plazos para su entrega. Es importante destacar que cada producto tiene una ponderación porcentual del proyecto total y con respecto al valor del proyecto dentro de la programación del trimestre. Asimismo las evaluaciones de cada uno de los agentes del proceso también tiene su parte en la ponderación. Hemos tenido que diseñar una hoja de excel para tanta ponderación. Tampoco es  tan complicado. En mi centro ya estamos acostumbrados a funcionar así.
                En este sentido, como se puede observar en la línea del tiempo realizada, es importante evaluar el trabajo cooperativo en distintos momentos para mejorar el trabajo en equipo, fomentar la participación, aprender de los aciertos y las dificultades y controlar el desarrollo de las tareas y su grado de consecución.   

LA PROPUESTA DE EVALUACIÓN DEL PROYECTO.
Los agentes evaluadores.
                En nuestro proyecto hemos distinguido dos agentes evaluadores: (profesor y alumno) y dos tipos de valoración: actividad y producto.
·         La evaluación del Profesor que contará el 75 % de la valoración de cada actividad y producto:
o   En las valoraciones de cada actividad se valorará
o   el trabajo individual del alumno con un 25 % distinguiendo el trabajo en clase, su concentración, su actitud, su preguntas, su interés.
o   En las valoraciones de cada producto se valorará
o   el trabajo en grupo con un 50 % basándose en los resultados y parámetros como calidad, complejidad, acierto, exhaustividad y presentación formal.
·         la evaluación del alumno que contará el 25 % y  que será razonada por escrito en un diario de aprendizaje en las actividades y en rúbricas específicas de los productos.
o   Se evaluarán a sí mismos.
o   Los otros miembros del grupo.
o   A los otros grupos
Sujetos de evaluación.
                Los alumnos individualmente o en grupo y el mismo proceso de enseñanza-aprendizaje: el proyecto en sí mismo.
Los momentos y los instrumentos.
                El proyecto parte de que todos los objetivos de actividades, tareas y productos se explicarán previamente a los alumnos, al profesorado y a las familias  antes de empezar el proyecto en sí mismo y cada fase de éste incluso con unas instrucciones claras de inicio de cada actividad.
                También se difundirán en el blog del proyecto y en el aula virtual Moodle del centro que a su vez estarán enlazados con la página web del centro con el fin de que toda la comunidad educativa tenga acceso y pueda consultar en todo momento los elementos fundamentales del proyecto, el progreso esperado y la concreción de los criterios de evaluación en los indicadores de logro.
                Realizaremos una evaluación inicial para ver de qué punto partimos tanto en conocimientos previos como en motivación. Para la evaluación inicial se realizará un informe escrito sobre estos conocimientos e incluirá una actividad previa que consistirá en realizar un mapa conceptual sobre los conceptos básicos del Antiguo Régimen lo que permitirá fijar los objetivos iniciales de aprendizaje en función de sus conocimientos previos.
                Para realizar la evaluación de las actividades durante el todo el proceso de aprendizaje se realizará un diario de aprendizaje y el portafolio digital con la relación de las actividades realizadas en cada sesión de trabajo.
                Para hacer a los alumnos protagonistas de su propia evaluación deberán realizar un diario de aprendizaje, en el que deberán anotar en cada una de las sesiones realizadas, sus impresiones sobre el trabajo realizado, sus dificultades en el proceso de aprendizaje y sus puntos fuertes.   Esta evaluación debe realizarla básicamente el alumno para que él sea consciente de su propio aprendizaje y pueda valorar la magnitud de los retos propuestos y las  metas conseguidas.
                Durante el desarrollo de las actividades los agentes evaluaran tomarán datos para la evaluación de la actividad bien a través de un diario de aprendizaje del alumno como de un portfolio del profesor que pueden desembocar en una evaluación de la propia actividad a través de una rúbrica de producto intermedio (informe escrito del trabajo de investigación, cuadrante comparativo, presentación, podcast, exposición oral).
                Al finalizar cada actividad se evaluará el resultado de la misma a través de una rúbrica del producto intermedio (presentación) o final (poster digital).
                Cada uno de estos momento de evaluación intermedio nos deben servir para reajustar y modificar el proceso de aprendizaje de los alumnos y el proceso de enseñanza mismo, aún más, teniendo en cuenta que interviene diversos profesores en el proceso de este proyecto multidisciplinar, por lo que debe haber una continuidad en los aspectos a observar para poder observar los progresos individuales y de grupo. El objetivo es claro poner el acento en los cambios de actitud, de modo de trabajo, de calidad del trabajo, formales o incluso simplificar o complicar las actividades y tareas conforme se observe el progreso de los alumnos
                Al final se puede hacer un mapa de procesos como consecuencia de la reflexión de su aprendizaje a lo largo del proyecto y en  la realización de cada una de las actividades y  productos que se incluirán en el blog del proyecto y que se darán a conocer en redes sociales.
                Nos ha parecido muy interesante establecer nosotros mismos ese mapa del proceso de evaluación, donde ordenamos y organizamos los momentos, las sesiones, las actividades, las tareas y los productos a realizar de acuerdo con el contenido y competencias a desarrollar, el profesor responsable, los espacios y materiales necesarios, la agrupación de los alumnos, el tipo de trabajo del alumno (individual o cooperativo) con el fin de desarrollar sus capacidades de investigación, curiosidad, creatividad, pensamiento analítico y crítico, colaboración, expresión y comunicación.
                De nuevo deben ser los  indicadores de logro el eje de este trabajo donde toman cuerpo (evidencias?) los criterios de evaluación y el desarrollo de las todas las competencias que se van a trabajar, en especial, aquellas que les ayudan a aprender a aprender, a aprender por si mismos con autonomía e iniciativa y a aprender de los demás a través del trabajo en equipo.  
                La valoración y aportación de los alumnos al diseño y elaboración de las rúbricas la realizará cada grupo a partir de la rúbrica modelo elaborada por los profesores del proyecto donde se definen los indicadores de logro con un modelo básico que se repita en todos los productos.
                Durante todo el proyecto daremos preferencia al proceso, es decir, iremos evaluando el trabajo que van realizando más que el producto final (procesual). Por supuesto que el producto final es importante puesto que es algo que motiva a los alumnos a seguir aprendiendo de esta forma pero es importante que vayan valorando el esfuerzo que van realizando durante todo el proyecto.
                Dicho todo esto, no tengo más remedio que ponerme a justificar con palabros lo que acabo de contar. La evaluación es formativa porque pretendemos que cada actividad del proyecto sea actividad de aprendizaje y de evaluación. Por lo tanto, se requiere que la evaluación se lleve a cabo en paralelo al desarrollo del proyecto con los instrumento antedichos (diario, portfolio y rubricas). Se convierte en una herramienta para diagnosticar el desarrollo del proceso (procesual). Ya que la evaluación también tiene que ayudar al alumno a detectar a tiempo las carencias o fallos y ayudar a encontrar las posibles soluciones. Y por último no podemos olvidar que es un instrumento de calificación que se debe traducir en un elemento observable donde los alumnos y sus familias observen y comprueben cualitativa y cuantitativamente el resultado de sus aprendizajes y si  se han alcanzado los objetivos previstos y se han desarrollado las competencias requeridas (final).
Evaluación global del Proyecto
                Finalmente, como ya hemos mencionado hemos de incluir una evaluación global del Proyecto que permitirá analizar si se han alcanzado o no los objetivos y en qué grado. La evaluación del proyecto debe realizarse no sólo por los miembros que participan en el proceso (alumnos individualmente y en grupo y profesores) sino por todos los miembros de la comunidad educativa por lo que habría que diseñar encuestas de valoración con los formularios de Google Drive para recoger las opiniones de otros alumnos, profesores y padres sobre el trabajo realizado y reflejado en el blog.


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